Cuenca del Alto Lerma da soporte al abasto de agua potable de casi seis millones de personas
El acuífero de la Cuenca del Alto Lerma exporta a la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) cinco mil litros por segundo y da soporte al abasto de agua potable de cinco millones 880 mil personas aproximadamente, lo que obliga a la autoridad normativa correspondiente a tipificarlo como el más sobreexplotado del país.
Así lo señalaron los especialistas de la Universidad Autónoma del Estado de México, José de Jesús Jiménez Jiménez y Macedonio Nieto Moreno, quienes refirieron que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), son necesarios entre 50 y 100 litros de agua por persona al día, para garantizar que se cubran las necesidades básicas y que no surjan grandes amenazas para la salud.
Al dictar la conferencia “La gestión del agua con responsabilidad social: hacia un modelo sustentable”, los académicos e investigadores de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UAEM afirmaron que bajo estos estándares de consumo, es necesaria la actuación para resolver el conflicto de intereses que se genera en los procesos de gestión del agua, al ser un problema público ante la sobreexplotación de los acuíferos, los usos inequitativos y abusivos del vital líquido.
Los académicos universitarios propusieron un modelo en el que se integren los actores, definiendo sus roles y ámbitos de participación en la captación, extracción, distribución y uso del agua en los territorios incorporados a la región geohidrológica mencionada, a partir de cuatro nociones: un nuevo paradigma de gobierno, la promoción de un pacto estado-sociedad, la visión ecosistémica del agua y la responsabilidad social.
Entre las propuestas destacan: administración de la demanda, educación ambiental de la población, solicitud legal de retribución económica por trasvase de agua al D.F., tarifa general solidaria escalonada del agua potable en la entidad, fortalecer a los organismos municipales operadores como impulsores de la nueva gestión de agua, sustitución de usos del suelo (agricultura de autoconsumo por conservación forestal) y detección oportuna de fugas en las redes, entre otros.
Lo anterior, sostuvieron los investigadores, permite identificar actores preponderantes: el gobierno, la población en general, los agricultores, los industriales, enclaves políticos y partidos políticos; en el esquema se destacan las relaciones entre el Estado-Gobierno y la población.
El modelo, concluyeron José de Jesús Jiménez y Macedonio Nieto, implica por un lado, restricciones y responsabilidades para los actores y por el otro, brinda oportunidades inmejorables, sobre todo en los aspectos económico y ambiental, al favorecer las finanzas de los organismos operadores del servicio y activar la movilización de las personas en pro de la naturaleza y el medio ambiente.