Desvío de 2 mil 500 millones; Sindicatos

El fin de semana pasado, el Miami Herald dio a conocer que el ex presidente de la Comisión Ejecutiva del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y actual Diputado por el Partido Nueva Alianza (Panal), José Bernardo Quezada Salas, gastó con su esposa 6.3 millones de dólares en la compra de 11 condominios de lujo en un edificio de la exclusiva zona de Brickell, en Miami, en 2005.

Sin embargo, ni el Gobierno federal, ni el sindicato, ni la Procuraduría General de la República (PGR), ni el mismo diputado han declarado nada al respecto.

Por otra parte, más de 2 mil 500 millones de pesos (mdp) de recursos públicos, cuyo paradero es desconocido, fueron entregados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), la Lotería Nacional (Lotenal), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y Petróleos Mexicanos (Pemex) a sus sindicatos entre 2010 y 2014.

Los sindicatos mexicanos han logrado resistirse a la Transparencia incluso frente a sus propios afiliados que contribuían con sus cuotas a los millones de sus arcas. Pero desde el 5 de mayo, tienen otro panorama por lo menos en materia legal gracias a la entrada en vigor de la Ley General de Transparencia, estarán obligados a detallar sus cuentas en sus portales cibernéticos y ante el INAI.

Sin embargo esta ley no es retroactiva y el dinero público que se les entregó durante décadas se encuentra en el limbo. La historia de José Bernardo Quezada corresponde a ese pasado, cuando al SNTE era dirigido por Elba Esther Gordillo y poco se conocía de lo que la Secretaría de Educación Pública (SEP) le entregaba y cómo lo gastaba. En febrero de 2013, cuando la ex dirigente fue detenida por delitos relacionados con el lavado de dinero, el sindicato ofreció una conversión a los datos abiertos. De este modo se creó un Observatorio Público de Transparencia e Información (OPTINSTE) dirigido por Juan Díaz de la Torre.

Pero ese observatorio aún no muestra el flujo que recibió durante el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), ni mucho menos en el de Vicente Fox (2000-2006). Lo que puede observarse en sus números es que pagó 37 mdp  a Televisa en 2013 para la difusión de la Reforma Educativa de 150 que recibió. También que, en 2014, obtuvo 200 mdp que hasta ahora no ha ejercido.

Sólo en el periodo que abarca la última parte del Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y la primera de Enrique Peña Nieto, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) cuyo líder es el senador priista Carlos Romero Deschamps, promovió unas 47 demandas de amparo en contra de peticionarios ante el INAI (antes IFAI) para que Petróleos Mexicanos (Pemex) no brindara ninguna información sobre el dinero que le entregaba.

En 2012, en el marco del debate de la reforma laboral, los sindicatos lograron desechar una iniciativa en el Congreso de la Unión que obligaba a los líderes de agrupaciones de más de 150 miembros a informar sobre lo que hacían con el dinero público; además de auditorías periódicas.

Por su parte, durante el gobierno de Felipe Calderón se otorgó más dinero a los sindicatos del IMSS, el ISSSTE, la Lotería en su último año de Gobierno que el de Enrique Peña Nieto en el primero. En 2012, cuando el Presidente que impulsó la política contra el crimen organizado vivía sus últimos meses en Los Pinos, esas organizaciones completaron unos 326.8 millones de pesos. En diciembre de ese año, asumió Enrique Peña Nieto como Presidente de la República. Al concluir 2013, su primer año de gestión, esos sindicatos recibieron 301.9. mdp.

El IMSS, de acuerdo con la firma de análisis Consultores Internacionales, se encuentra en quiebra técnica desde los años calderonistas. En el presente, trabaja con déficit y la consultora prevé que los fondos provisionales se agoten este año. Por su parte, en los agobios a la salud financiera, aparece el ISSSTE que aunque su director general, Luis Antonio Godina Herrera, niegue la quiebra, es difícil no notar el peso de los 4.8 billones de pesos de pasivos laborales en sus cuentas públicas. Y la Lotería Nacional sobrevive en su mar de deudas y pérdidas que según la Secretaría de Hacienda en 2013, sumaron poco más de 50 millones.

Pemex, en el último año calderonista, le dio al sindicato dirigido por Carlos Romero Deschamps, 179. 4 mdp, cifra que se incrementó después de que Enrique Peña Nieto tomara posesión a 237.2 mdp, un número que puede ser más grande si se toma en cuenta que el sindicato no reportó en su contrato colectivo respectivo el concepto de la celebración del Desfile del 1 de mayo, como sí lo hizo en ejercicios anteriores.

En ese periodo, que abarca el último bienio del Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y el primero de Enrique Peña Nieto, el dinero de los sindicatos no fue al mismo ritmo que la tasa de sindicalización, la cual disminuyó de 10.6 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) a 8.8, de acuerdo con la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS). Se trata de uno de los descensos más drásticos en la historia del sindicalismo mexicano.

Parte del flujo se fue en una constante: las celebraciones. Los onomásticos por los que más pidieron dinero los sindicatos fueron el Día del amor y la Amistad, el Día del Glosador, el Día del Empleado de Contabilidad, el Día del Empleado de Mantenimiento, el Día del Empleado de Transportes, el Día del Niño, el Desfile del 1 de mayo, el Día de las Madres y el Día del Maestro..

Fuente: Noticias de México

 

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