Vocero corrige a Trump y niega “operación militar”

El presidente Donald Trump defendió ayer la eficacia de las recientes redadas para arrestar a inmigrantes indocumentados y dijo que se trata de una “operación militar”. Su lenguaje fue suavizado poco después por la Casa Blanca y por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, desde México.

En una reunión con ejecutivos del sector manufacturero, Trump aseguró estar “por primera vez, estamos expulsando hombres realmente malos, pandilleros, traficantes de drogas. Estamos echando a esos tipos, a un ritmo nunca antes visto. Y es una operación militar”.

Horas después, su jefe de Seguridad Nacional, John Kelly, tuvo que salir al paso de las declaraciones de Trump, al dejar claro que “no habrá deportaciones masivas ni será uso militar”.

Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, matizó las declaraciones del presidente, asegurando que utilizó el término “militar” a modo de “adjetivo” para describir “la forma ordenada y profesional con que están siendo implementadas sus órdenes ejecutivas”.

A quién creer. En opinión de Adolfo Laborde, experto en la relación México-Estados Unidos en el Instituto Tecnológico de Monterrey, “no puede haber un abismo tan grande entre una y otra declaraciones, pareciera que [Kelly] es de otro país”.

Sin embargo, dijo que “por encima está lo que dice Trump”. “Va a haber deportaciones masivas”, aseguró.

En este sentido, el vocero de Trump dijo esta semana que las autoridades estadunidenses buscarán deportar inicialmente a casi un millón de indocumentados que representan una amenaza para la seguridad pública o que fueron procesados tras haber perpetrado un crimen.

Tanto la cifra que aporta Spicer como el historial delictivo de los expulsados, del que tanto habla Trump, no se corresponde realmente con los deportados que está recibiendo México, ya que, ninguno de ellos ha sido catalogado como un peligroso narcotraficante.

“Viaje duro”. En cuanto a la visita que realizaron ayer a México Kelly y el secretario de Estado de EU, Rex Tillerson, Trump admitió que se trataba de “un viaje duro”.

“He dicho que será un viaje duro, porque tenemos que ser tratados de manera justa por México”, declaró.

Además, Trump insistió de nuevo en que el déficit comercial de EU con México es de 70 mil millones de dólares anuales, algo “insostenible” y que “no incluye las drogas que fluyen a través de la frontera como el agua”.

“No vamos a dejar que eso suceda. No puedo dejar que eso suceda. Vamos a tener una buena relación con México, espero. Y si no la tenemos, no la tenemos”, advirtió el presidente.

Hispanos atemorizados. El 47% de los hispanos en EU, independientemente de su situación migratoria, está preocupado por la posibilidad de que ellos o algún allegado sea deportado, según una encuesta del Centro de Estudios Pew.

El sondeo también muestra que el 67 % de aquellos que no tiene la ciudadanía o residencia permanente está “muy preocupado” por la posibilidad de ser deportado durante la Presidencia de Trump.

En Estados Unidos viven unos 57 millones de hispanos, uno de los grupos de mayor crecimiento demográfico y la primera minoría del país, con un 66% de ellos nacidos en ese país.

“Entiendo el confort de la mariguana para calmar el dolor y el sufrimiento”

Donald Trump dijo ayer, a través de su vocero Sean Spicer, que no está a favor de la legalización de la mariguana recreativa, como lo es ya en varios estados del país, pero se mostró abierto a su uso médico.

“Creo que vamos a ver un mayor cumplimiento de las leyes” federales contra el consumo recreativo, afirmó el vocero, pero rechazó avanzar en la legalización de la mariguana al subrayar que EU se encuentra inmerso en “una epidemia de opiáceos”, en referencia al auge de las muertes por sobredosis de este tipo de fármacos y sin ofrecer detalles sobre la vinculación entre ambas.

Por contra, remarcó que el presidente Trump entiende perfectamente el “confort que ofrece el uso medicinal para calmar el dolor y el sufrimiento”.

Sus comentarios marcan distancias respecto a Barack Obama, quien, pese a considerar ilegal la mariguana, mostró su respeto ante la decisión de varios estados del país que aprobaron en las urnas la legalización del consumo recreativo.

Actualmente, ocho estados han ratificado la legalización completa de la maiguana (Alaska, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Nevada, Oregón y Washington) y otros doce más solo el uso medicinal.

Fuente: La Opinion

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