Cruz Azul ya está en la siguiente ronda después de despachar al Forge FC con un marcador global de 4-1 en los octavos de final de la Concachampions. Los dirigidos por Juan Reynoso solventaron el duelo de vuelta en el Estadio Azteca con un 3-1 que no le supuso ningún tipo de problema.

Los cementeros dominaron desde el inicio conscientes del colchón que supuso la ventaja obtenida en la ida. El estreno de Ángel Romero en la titularidad se vio recompensado apenas a los 4′ minutos del partido tras un gran centro de Rómulo Otero que el delantero paraguayo remató. El 1-0 no si más que envalentonar a los locales, quienes se volcaron sobre la valla rival hasta que Rafael Baca marcó el segundo tras un trallazo desde fuera del área.

El Forge, casi sin quererlo, descontó tras un gol disparo en el que Sebastian Jurado pudo haber hecho más. Casi sin tiempo para la celebración, Juan Escobar anotó el tercer en unos primeros 45′ minutos entretenidos en el que hubo cuatro goles y ocasiones claras para los cementeros.

45′ más y poco más

La segunda parte se desarrolló con un Cruz Azul que pudo extender la ventaja por un par más, pero las imprecisiones de sus delanteros dejó el mismo resultado de la primera mitad . El aluvión de cambios por parte de ambos bandos desvirtuó el desarrollo y cada cual se conformó con lo visto. Cruz Azul volvió a demostrar que está preparado para competir en dos torneos a la parte, mientras que a los canadienses se le vieron todas las costuras propias de un equipo casi amateur.