Reunión Cumbre México-EE. UU. 

Reunión Cumbre entre los gobiernos de México y de EE. UU.. Todo fue  sonrisas y alegrías, con un toque crispado. Sí, la versión para la foto. Por lo menos en los boletines oficiales del lado mexicano. En el trasfondo ocurrieron grandes tensiones. Desde seguridad nacional, migración, hasta temas de gobernanza, rendición de cuentas y Estado de Derecho.

Los tratados comerciales que eran letra dada el siglo pasado, se tienen una vez más que definir, con nuevas reglas del juego  para el siglo XXI, porque todo ha cambiado. Las tecnologías y sus evoluciones exponenciales tienen efectos sobre las sociedades e individuos, nunca antes registrados. Nunca cuantificados y por lo tanto difíciles de prever.

No se dejaron esperar las amables mentadas por los temas energético, eléctrico, telecomunicaciones, y porque en general no se respetan los acuerdos del T-MEC.

Reconociendo la absoluta soberanía del Estado Mexicano, los representantes estadounidenses, todos de muy elevado nivel, conocedores de sus temas, armados hasta los dientes con información, coordinados, comentaron que los empresarios estadounidenses están hasta la madre de las violaciones constantes de acuerdos y convenios por parte del gobierno mexicano, en algunos casos estatales, en su mayoría, problemas con el Gobierno Federal.

Si bien son normales en un acuerdo regional los sobresaltos por sueldos, componentes, valores agregados y sindicatos, resulta novedoso para México el conjunto de presiones por el cumplimiento al pie de la letra de las Leyes del propio T-MEC, o las demandas para que México invierta más, se abra más a farmacéuticas, laboratorios médicos, a la investigación biotecnológica, y que se espera más participación, más innovación en ese sentido.

Ante las caras de sorpresa de los empleados públicos mexicanos, llegó el momento de poner a trabajar a los centros de investigación biotecnológicos del país, con los centros de investigación de empresas como las agrícolas, bio-industriales, de alimentos, enlatados, agroindustrias, piscícolas, avícolas, ganaderos, forestales; que las áreas de RSC de las empresas generen mayor valor agregado productivo, más rentable 360, genética, nuevos productos y derivados; productos del sector primario que aporten por ejemplo a las farmacéuticas o al sector industrial.

México ya está preparado

Nos gustó que el Presidente Biden de los EE. UU. nos llamara Socios Igualitarios. Ahora no nos queda más que demostrarlo.  Un gobierno como el mexicano que confunde ciencia con revisionismo y estímulo de técnicas ancestrales, tiene que ponerse las pilas para satisfacer las aspiraciones generacionales de 130 millones de mexicanos.

Pero además somos parte del destino de todos los habitantes que vivimos de Alaska hasta el Suchiate, y luego ampliar mercados para México en Centroamérica y más allá rumbo a la región Andina.

Esa es la idea del T-MEC, de nuevos negocios como las tecnologías para el combate al cambio climático y mucho más que ofrece este maravilloso siglo XXI. No en balde surgen nuevos clústeres y Hubs en México, y entre los tres países, que imprimen un valor holístico de tal magnitud, que da la impresión que ni los mexicanos, ni sus gobernantes o empresarios se han percatado.

Un Paréntesis a la Cumbre

Por otro lado, sin tener relación con la Reunión Cumbre queda junto con pegado, me resultó toda una experiencia platicar con el Dr. Enrique Rudiño, secretario académico del Instituto de Biotecnología, campus Morelos, de la UNAM. ¡Qué bárbaros! Todo el conocimiento y desarrollo que aporta el IBT UNAM al tema agroindustrial, a la preservación de productos endógenos mexicanos que tanto en el presente como en el Futuro regalarán valor a las ciencias y al desarrollo de múltiples ecosistemas, también nos apoya como sociedad, aporta al conocimiento humano, con los estudios acerca del virus del SARS COV 2, covid-19, o Coronavirus 2019, como usted le llame.

Nada demanda más nuestro país como la generación de científicos, investigadores, sobre todo en ciencias aplicadas para el desarrollo de las empresas, de los sectores productivos, para capacitar profesionistas productivos, que encuentren empleos bien remunerados, que aporten valor agregado y para la generación de bienestar de todos los mexicanos, a través de la investigación, y la innovación productivas.

Esta información sí merece celebración. El IBT de la UNAM aporta progreso, conocimiento, oportunidades para miles de jóvenes que estudian carreras, postgrados, que investigan. Además el Instituto se convierte ahora en aceleradora de negocios e impulsora de MiPyMEs. No tan solo lo anterior. Realiza estudios, Investigaciones, programas, para mejorar la calidad de productos y servicios que ofrecen empresas mexicanas.

Ahora con su nuevo campus IBT en Pachuca, Hgo., la UNAM está como siempre apoyando el desarrollo y el conocimiento de nuestro país. Así con notas cómo esta, sí dan ganas de dar el Grito de Independencia. Pero sin ver el circo ridículo ofrecido desde lo que alguna vez con orgullo definíamos los mexicanos como, “Palacio Nacional”.

En Finanzas

Lo dijo el flamante Secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O. Hacienda puede comprarle a Banco de México dólares a precio de mercado cuando quiere.

Lo dijimos en estas mismas páginas hace una par de semanas. Es normal y frecuente ese tipo de transacciones. Lo que es imposible es comprar DEG’s. No existe esa moneda. Es una unidad de medida del FMI para sus socios, y se calcula al valor de mercado de una canasta de cinco monedas de las más duras del mundo.

Si el gobierno quiere comprar decenas, centenas o miles de millones de dólares del Banco Central, lo puede hacer, fiscalizando los recursos y pagando a valor de mercado al Banco Central. Así pues Banco de México le vendió a SHCP a petición de esta última mediante transacción a mercado, 7 mil mdd.

AMLO quiere usarlos para prepagar, adelantar pago de deuda externa. Qué bueno. Lo felicitamos. No es necesario. Es necedad de un señor que no entiende. Que gaste para que grite desde el balcón central, ¡viva por las reservas internacionales que son del pueblo! , o una barbaridad similar.

Regresemos a la Reunión Cumbre

Mejor que el señor presidente de la República se fije en que en la Reunión Cumbre México y EE. UU. en días pasados, la parte estadounidense levantó abiertamente las cejas por la forma en la que entran empresas chinas a nuestro país.

La ecuación es la contraria: lo que se busca es que empresas de otras naciones que hoy están en China, trasladen sus operaciones a territorio mexicano. Me refiero a empresas europeas, de otras naciones asiáticas o estadounidenses.

Por ejemplo, Citibanamex identificó a 25 empresas con presencia en China que analizan trasladar su producción a México. A decir de Manuel Romo, director general de esa Institución, son empresas que ya tienen presencia en nuestro país, y que actualmente generan 90 mil empleos en China.

Además existen muchas otras empresas sin presencia en México, interesadas en trasladarse a México, por el atractivo del T-MEC, así como las ya sofisticadas cadenas de valor integradas, naturales, que se desarrollan entre los tres países norteamericanos.

Resulta justo agregar que son cadenas inclusive dependientes, ya complementarias, que abrirán paso a nuevas cadenas como la científica, farmacéutica, ciencias de la salud, biotecnológicas, infraestructura, desde puertos, carreteras, FF.CC., aeropuertos, hasta telecomunicaciones, satelitales y redes 5G integradas, más las nuevas tecnologías que vayan desarrollando la innovación, el ingenio, los estímulos, centros académicos, y su colaboración empresarial, que crecerá rápidamente a partir de 2022.

Sume usted a las energías limpias, y recursos naturales estratégicos: desde los alimentos, agrotecnología, -cada vez más sofisticadas-, hasta agua, materias primas que son sinónimo de seguridad nacional regional, y la integración rumbo al 2050 de América Central a una cadena externa complementaria de Norteamérica.

A lo anterior le pido incluir el Canal Transístmico Transoceánico, puertos, parques inteligentes, redes marítimas de energía limpia, eólica, solar, geotérmica.

Agréguese el desarrollo de nuevos modelos económicos, laborales, sociales, que generarán mayor prosperidad paritaria en toda la región norteamericana.

Según los boletines estadounidenses de la Casa Blanca sobre lo que se acordó en la reciente Reunión Cumbre, México acepta y entiende que entra dentro del régimen del Comando Norte de los EE. UU., a protegernos, al igual que EE. UU. y Canadá, en contra de la intromisión y penetración gradual de Rusia y China en la región Norteamérica, y gestionar al máximo para que no avancen (se salgan) del Continente Americano.

La lógica es muy sencilla, aunque México la aceptó con ese mensaje tajante del: Tómalo como quieras pero le entras. O como diría mi abuela Concha: Te lo digo Juan, para que lo entiendas Pedro.

No a China en México. No a China en las telecomunicaciones mexicanas.

Está de por medio la seguridad cibernética de Norteamérica y Continental.

México se alínea a las tecnologías cibernéticas y en telecomunicaciones de EE. UU. y Canadá. También factibles de la UE (entiéndase, Gran Bretaña, Francia, Alemania, España, Italia, y hasta ahí). Las demás telecomunicaciones y cíber inversiones tendrán que revisarse con EE. UU..

Así de claro, delicado, discreto fue el comunicado.

 

¿Por qué ocurre lo anterior?

Porque ya estamos en la tercera guerra mundial.  Desde hace varios años: Distraen sobre todo con sus juegos por territorios en el mar asiático, sí, por el Medio Oriente, también.

Pero la guerra central es cibernética, ataque a las vías tecnológicas, destruir las carreteras de la seguridad cibernética, inmovilizar la operación satelital (espacial), dominar con sus tecnologías en IA, cuántica, 5G y las que vengan.

El Presidente Biden no abandona Afganistán porque EE. UU. vaya en caída.

Lo hace, para defender sus intereses verdaderos, en casa (con sus propios terroristas), minimizar los estragos de la Pandemia, en Norteamérica, en el Continente Americano, en Occidente. En Tecnología, en la verdadera Infraestructura vital.

Ya quedó planteado. No queda claro si fue un: “más te vale decir que sí”, o un: “tómalo o déjalo con las consecuencias que ya sabes”.

Como sea, al buen entendedor pocas palabras.

Marcelo Ebrard muerto de la risa para la foto, por supuesto que firmó con tinta china y sangre no muy tlaxcalteca.

¿Y sembrando vida apá? … ¿Qué es eso? ¿A qué tarado se le ocurre eso?

Insisto. Lea los documentos de La Casa Blanca.

Los del Gobierno de México son todo besos y abrazos.

Ese es el brutal poder de nuestra región, de nuestro T-MEC.

Hay que establecer desde ya los nuevos negocios asiáticos.

Bueno, y también esperar la llegada de un gobierno más acorde a los requerimientos y visiones del siglo XXI, a partir del 2024.

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